18-04-2022  (569 ) Categoria: Articles

Colón catalán - Conferencia Luís Ulloa -1927

Conferencia de Don Luís Ulloa

Anoche en el Ateneo Barcelonés, el sabio profesor peruano, don Luis Ulloa, dio  la primera de sus  anunciadas conferencias sobre el verdadero origen de Colón. 

Ocupaba la presidencia el presidente del Ateneo, el señor Masó Torrents. El señor Valls y Taberner dirigió unas palabras al numeroso público que llenaba la sala, para hacer la presentación  del conferenciante, explicando las razones de cultura que han animado al Ateneo Barcelonés a solicitar tal conferencia, y rindiendo un homenaje a la nación peruana.

El señor Ulloa comenzó con palabras de encomio para Cataluña y para Barcelona en particular. Explica a continuación cómo comenzó sus estudios acerca del origen del descubridor de América, hace treinta años, en ocasión de ser enviado por su gobierno para dichos estudios en los archivos de Simancas, de Indias, de Salamanca y de la corona de Aragón. Dice que se hallaba haciendo indagaciones en Galicia precisamente cuando el señor García de la Riba hacía sus declaraciones de que Cristóbal Colón era gallego. Dice el conferenciante que le fue facilísimo convencerse de lo utópico de tal afirmación. La casualidad puso en sus manos un libro en el que vio por vez primera el apellido catalán Colom, Demuestra la racionalidad  de los apellidos, como prueba del origen de los individuos. Y el de Colón resulta que no tenía reminiscencias probables, y que parece que Cristóbal Colón estuvo en Andalucía, donde se le castellanizó el apellido en Colomo, y más tarde en Colón.

Pero en las primeras ediciones de la carta de Colón dando cuenta del descubrimiento, la primera de las cuales data de 1493, dan ya el nombre de Colom. El conferenciante prueba que no se trata de un error  de copia, por cuanto que son muchas las ediciones que coinciden en este detalle, lo menos diez, y no juzga posible que sea repetición de un error inicial, por cuanto que otros muchos errores en nombres de la carta han sido rectificados, mientras que éste permanece igual siempre.

También lo demuestra por la terminación Colom en un texto en latín, donde por caso genitivo debía ser Colombi, más fue respetado por ser nombre extranjero.

Cita casos de historiadores, como Oviedo, que a pesar de atribuir a Colón origen genovés le llama Colom. Cataluña, añade, es el verdadero centro del apellido Colom. Y aun existen seguros indicios de haber existido lugares así llamados, como Villa Colom. No es confundible con el Colombe francés, ni es posible encontrar orígenes italianos en este apellido. Luego el señor Ulloa da cuenta de sus indagaciones sobre los catalanismos que contiene la primitiva carta del navegante, que dice que llegan a cuarenta y seis lo menos, reconocidos hasta por los que los han atribuido, con débiles argumentos a versiones inverosímiles y a imposibles erratas de imprenta, como el italiano César Elois, que al comentar los escritos de Colón por cuenta de su gobierno, no acierta a conciliar este hecho de catalanidad con sus deseos de súbdito de Italia que le hacen ver que veintiséis de estos catalanismos pueden ser también italianismos, pero que no destruye los restantes. Una indicación de la catalanidad de Colón ha sido hallada por el conferenciante en un texto alemán indicado por el norteamericano Llers. Agrega que en la Biblioteca Colombina fundada por Fernando Colón se halla una anotación de puño y letra del hijo de Colón, sobre una carta de éste escrita  en catalán, a bordo, en Lisboa. La teoría genovesa era imposible porque no podía ser hijo de un lanero quien poseía, como es sabido, algún título nobiliario, para cuya modificación los Reyes Católicos le autorizaron. En Cataluña,  y no en Genova hay apellidos de estirpe Colom. En el Archivo de la Corona de Aragón hay escudos, por arma una paloma. Pero él, dice el conferenciante, que hizo poner sobre campos de oro una banda añil. Deduce el investigador de las armas nobiliarias una tercera prueba de su aserto.

Luego se extiende en documentadas y hábiles deducciones, que le permiten hacer su profundo estudio sobre el célebre proceso de 1578, a propósito de la sucesión del mayorazgo instituido por Colón. El último varón que lo gozó fue don Luis Colón, su nieto, que a pesar de sus varios matrimonios, no dejó sucesión femenina, mas pasó el mayorazgo a un sobrino, porque lo heredaba la viuda, o un colateral. Y surgió el pleito mantenido primero en Santo Domingo y luego en Madrid. El disertante da cuenta de los distintos pretendientes que se fueron presentando hasta llegar a Bartolomé Colomo, de un lugarejo de Genova, y falsamente documentado. Este pleiteó con una dama, doña Francisca Colón, que pretendía asumir toda la apetecida descendencia. De aquí data el dilema de si el inmortal descubridor se llamó Colón o Colom. Y el hecho de no presentarse los legítimos sucesores catalanes lo atribuye el señor Ulloa a que dichos pleitos se celebraban muy privadamente, y con manifiesta  mala fe por parte  de los querellantes. En Cataluña los Cardona eran Cardona y Colom, y éstos debían saber lo que pasaba. Pero doña Francisca alegaba el testamento de 1498, así que se ha demostrado que este documento es falso, y que también los italianos se apoyaron en él. El conferenciante da lectura a la autorización para establecer el mayorazgo, salvando para este caso toda ley. Navarrete es culpable por haber publicado el falso testamento, en que se da por vivo al príncipe Juan cuando hacía cuatro años que había fallecido. Califica de falsificación escandalosa a este documento en el cual se extraña que autores españoles  quieran aún apoyar sus argumentos. En el codicilo de Colón -18 de mayo-, éste especifica: «Confirmo mi testamento de 1502». He aquí, pues, la revelación del verdadero testamento, que debió ser destruido al desfigurarlo por el de 1498, a fin de cambiar el nombre legítimo de Colom por el de Colón. Aduce otros argumentos, como  la carta  de naturalización  dada  a Diego Colón. Para rebatir mi punto de vista, dice el señor Ulloa, algunos se preguntan ¿cómo si no fuera de familia extranjera se le naturalizaría?  Pero  es que hay que leer bien el tal documento que dice: «Os nacemos natural de Castilla y de León» y firmado por Felipe el Hermoso. La objeción pues,  se vuelve  en favor  de la catalanidad de Cristóbal Colón, puesto que no era de León ni de Castilla. Y se apoya en una cita de Altamira que demuestra como eran considerados los de las distintas regiones ibéricas como extranjeros, aun bajo Carlos V.

Otra defensa de su tesis la halla el Sr Ulloa en un indicio qup demuestra documentalmente de que Colón estuvo al servicio de René d'Anjou. Durante el período agitado de 1561-62 figuraron varios Colom en las luchas, ya iniciadas por el príncipe de Viana.

Es también de gran importancia de que Colón dijera en una  carta  encontrada en 1530 que había ido en una expedición a Islandia, en 1476, y que en efecto se realizó en dicho año una exposición ártica, en cuyas cartas figura un tal Juan Escolons, que luego ha cambiado por Colons, Deduce el conferenciante de este dato, confirmado por otros argumentos históricos que, Colón debió disfrazar su nombre acaso por haber sido corsario al servicio de un capitán Coulomb, de Francia, que en el cabo San Vicente tuvo una batalla en que perdió la nave. Colón debió de llegar a nado a la costa portuguesa, de donde pasó a Dinamarca y a la expedición a Groenlandia, viaje que debió de robustecer sus sugestiones de ir a descubrir las Indias.

Hace luego el conferenciante historial de la primera llegada de Colón a España y de su nueva salida con catalanes, entre ellos Marguerit, que luego le suscitaron divergencias, y deduce consecuencias para su tesis del hecho de serle prohibido a Colón y a los catalanes la entrada en la ílsla Española.

Se muestra casi seguro de que hubo un «chantage» en el asunto del mayorazgo, en el que el Consejo de las Indias debió tener sus escrúpulos. Al italiano Baltasar, presunto descendiente de Colón, se le dieron 2.000 ducados, lo cual parece el precio de un silencio.

En suma, el señor don Luis Ulloa demuestra la espurcidad del testamento que substituye al de 1502, y cree que de encontrarse este documento se vería que el apellido del descubridor del Nuevo Mundo era Colom, y no Colón.

Termina dando datos bibliográficos y prometiendo confirmar sus afirmaciones en la próxima conferencia del viernes, al demostrar la imposibilidad de que Colón fuera genovés.

El erudito trabajo del investigador fue premiado con una gran atención durante la conferencia, y con una salva de aplausos al terminar la misma.

Font:
Diari LA VANGUARDIA de dijous 26 de maig de 1927 (Pag.17).




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