MAGAZÍN D'INVESTGACIÓ PERIODÍSTICA (iniciat el 1960 com AUCA satírica.. per M.Capdevila a classe de F.E.N.)
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"La història l'escriu qui guanya".. així.. "El poble que no coneix la seva història... es veurà obligat a repetir-la.."
04-11-2013 (4496 lectures) | Categoria: Hurtado |
Todos los tratadistas de temas cartográficos antiguos o medievales, coinciden en que los portulanos, o cartas de navegación ¿? medievales, aparecen a fines del siglo XIII y que la carta Pisana es la más antigua que ha llegado hasta nosotros, se le denomina Pisana por creerse que apareció en una antigua familia de la ciudad de Pisa, pero no se ha probado su certeza; se conserva en la Biblioteca Nacional de ParÃs con la signatura Reserva Ge. B 1118, que la adquirió en 1839.
Lo mismo que ocurre con el nombre de Pisana, ocurre con el hecho de considerar a los portulanos cartas de navegación; todavÃa nadie ha podido establecer como se puede navegar con ellos (ni siquiera medir en ellos correctamente) de ahà los signos de interrogación que he añadido al nombrar la carta.
La carta Pisana es anónima y no datada aunque como la ciudad de Acry (San Juan de Acre) aparece con una cruz de Malta a su derecha La Roncière[1] supone que la ciudad todavÃa pertenecÃa a la Cristiandad y la data como anterior a 1290. Con la carta Pisana aparecen las dos caracterÃsticas fundamentales de los portulanos, inexistentes en cartas anteriores como la de Sanudo o Pedro Visconte, y que son:
La carta, abarca la cuenca del Mediterráneo y el mar Negro con la precisión que explicaré posteriormente; sin embargo toda la parte atlántica española y europea es una pura invención artÃstica; la carta ha sido estudiada por todos los clásicos de la cartografÃa sin ni siquiera apuntar al hecho de que siendo una carta plana, necesariamente tiene que existir en ella algún tipo de proyección matemática que relacione la realidad geográfica con la representación plana que nos ofrece y es que es verdaderamente problemático (ya veremos el por qué) deducir del propio mapa sus caracterÃsticas geométricas, o bien se conocen éstas con anterioridad o no se pueden encajar los distintos datos que de la carta se van obteniendo.
La Carta Pisana es hija directa de la Aritmética y GeometrÃa desarrolladas por la Escuela de SabidurÃa de Bagdad en el siglo IX, y por tanto cumple las premisas que nos han trasladado Llull, Cresques y Colón[3], y son las siguientes:
El valor del grado de cÃrculo máximo terrestre.
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El tamaño de la Tierra, para los cálculos de esta Carta, es exactamente el mismo que el definido en el siglo XVII, 1 grado de meridiano equivale a 60 millas náuticas, 75 millas romanas o 600 estadios olÃmpicos.[4]
Un sistema de referencia sobre la superficie terrestre ortodrómico y cuatripolar.
Los Polos Norte y Sur coinciden con la intersección sobre la superficie terrestre del eje de giro; dado un meridiano cualquiera y a 90º de la intersección de éste meridiano con el Ecuador por ambos lados, se sitúan los Polos Este y Oeste; las lÃneas que unen esos polos, son perpendiculares al meridiano base al igual que los meridianos son perpendiculares al Ecuador.[5]
Una proyección cónica de un casquete esférico
Este sistema de proyección es semejante a tener un embudo tapado con una membrana elástica por su zona ancha, e inyectar aire por la otra hasta que la membrana se abombe y tome forma de un casquete esférico cuyo radio fuese la longitud del propio embudo. Es una proyección muy estudiada, donde cada grado de 60 millas náuticas sobre un cÃrculo máximo se proyecta como un grado de 56 â…” millas de Alfragano sobre el plano de proyección.[6]
Distintas proyecciones pueden formar una carta.
Para imaginarnos como se construye un portulano, debemos pensar en un balón de fútbol; para armar el balón se parte de un plano donde se han dibujado una serie de pentágonos y hexágonos, recortando el exterior y posteriormente cosiendo de determinada forma los bordes. Una vez cosido al hincharlo se forma una esfera casi perfecta; pues podemos pensar que cada una de esas figuras geométricas es un plano de proyección para construir portulanos; podemos construir cartas con uno sólo de esos polÃgonos, o con varios; puede ocurrir en éste caso que dichos polÃgonos tengan una arista común y no necesiten ser acoplados o que deban acoplarse ya que aunque sobre la esfera formen un conjunto, no lo hacen sobre el plano.
Unos ejes de coordenadas sobre la esfera que serán los ejes de la carta
Se toma una lÃnea Norte-Sur (para nosotros meridiano, que es una palabra del siglo XVI) que sea la del puerto de salida; y se toma por ese mismo punto la lÃnea Este-Oeste correspondiente. En ese punto se sitúa el centro (o uno de los centros) de proyección de la carta; sobre la carta tendremos un sistema de dos lÃneas perpendiculares con el origen en el puerto de salida; las distintas lÃneas Norte-Sur y Este-Oeste se trasladan a la carta como lÃneas perpendiculares a los ejes de referencia.
La ley islámica de la equivalencia de las leguas.
Con todo lo anterior se cumple que:
Una legua de 4 millas romanas sobre la superficie terrestre, equivale en la carta a una legua de 3 millas de Alfragano sobre la lÃnea Este-Oeste de referencia.
Es lo que yo he denominado por su origen Ley de islámica de equivalencia de las leguas. Es la que enuncian tanto Ramon Llull como Cristóbal Colón en sendos escritos[7].
Con todo este desarrollo previo es como estamos en condiciones de comprender el diseño y utilización de ese documento.
Conociendo los fundamentos utilizados para la confección de la carta, voy a intentar reconstruir como el cartógrafo pudo realizarla, las funciones que tenÃa (si es que tenÃa alguna aparte de la puramente descriptiva) y demostrar que efectivamente se cumple en ella la Ley islámica de la equivalencia de las leguas. Para ello vamos a fijarnos en lÃneas que existen en la carta de forma muy marcada:
Como ya expliqué en el apartado anterior aparecen los cÃrculos de vientos (aunque la zona de Levante está muy deteriorada todavÃa se distinguen trazos de ese cÃrculo) sobre los que se sitúan los nudos de vientos, el punto donde ambos cÃrculos son tangentes recibe el nombre de ombligo. He trazado dos lÃneas Norte-Sur (meridianos) aunque no aparecen como tales en la Carta, y si aparecen paralelos que com ya he explicado son lÃneas que unen los polos Este y Oeste, la duda inicial es si son perpendiculares al meridiano más occidental, al más oriental o al que pasa por el ombligo, con la información que se deduce de la carta es imposible saberlo y hay que utilizar procedimientos indirectos para deducirlo como más adelante veremos.
He remarcado el cÃrculo que contiene la escala horizontal, pero no lo he hecho con las vertical porque prácticamente ha desaparecido. Con ello podemos decir que he remarcado las lÃneas que según los tratadistas definen la esencia de los portulanos.
La lÃnea principal que, en esta carta, nos va a definir el mar, es la lÃnea Este-Oeste que pasa por el ombligo de la carta; independientemente de cual sea la lÃnea Norte-Sur que el cartógrafo tomó como referencia, la lÃnea que acabo de mencionar es la de mayor longitud en la carta, de ahà que, lógicamente, sea la utilizada para contar las leguas de 3 millas de Alfragano; la segunda lÃnea aunque la he dibujado como una lÃnea recta no es asà en esta proyección; se corresponde con el paralelo 36º N, el llamado eje del Mediterráneo y va a ser de utilidad para compararlo con otro tipo de proyección.
En la lÃnea Este-Oeste que hemos tomado como referencia, aparte del ombligo hay dos puntos singulares, el primero de ellos Tortosa sobre la desembocadura del Ebro, y el segundo, coincidiendo con la intersección del eje con la circunferencia oriental de los nudos de viento otra Tortosa, que era conocida en su época como Tortosa de Ultramar, y que el cartógrafo ha dibujado en una posición que no es la correcta, está un poco más al sur.
Sobre la carta he remarcado las costas mediterráneas, las he extraÃdo y las he superpuesto a una proyección de Mercator, para lo cual he ajustado de forma compensada la longitud de forma que coincida con la de los meridianos de Tortosa y Gibraltar de la Mercator, y he dejado la altura que resulto del ajuste. Posteriormente he tenido que girar unos 12º en el sentido de las agujas del reloj para que ambas costas quedasen lo mejor emparejadas posible. Ya vemos las deformaciones existentes (atención que son distinta proyección y no pueden ser iguales, y si "ajustamos" por un lado se "desajustan por otro", el ombligo queda desplazado aproximadamente medio grado hacia el Este con respecto a la posición real que debÃa tener en la Mercator, y el paralelo 36º N. tampoco queda horizontal si no ligeramente elevado hacia el Este. Podemos ver la posición real de "Tortosa de Ultramar". Hay un detalle importante, la penÃnsula Itálica por su zona sur tiene una distancia bastante semejante entre las puntas de Apulia y Calabria, mientras la zona norte parece haberse abierto deformando la forma de "bota" con una boca muy ancha pero creciendo desde abajo hasta arriba. Se comprende que haya habido que girar las costas hacia el Este puesto que la lÃnea Este-Oeste (que en esta proyección no es una recta, aunque yo la haya dibujado como tal) en la Carta Pisana es casi horizontal, mientras que aquà lo que debÃa ser horizontal es el "eje del Mediterráneo".
A continuación situaré las lÃneas de referencia de la Pisana sobre la superficie terrestre; para ello sitúo en primer lugar y en forma aproximada el ombligo y desde allà trazo la ortodrómica que une dicho punto con Tortosa del Ebro y la prolongo por ambos lados (lÃnea blanca de la figura de la derecha) Por otro lado, desde Tortosa del Ebro trazo una ortodrómica perpendicular al meridiano que pasa por la ciudad (lÃnea roja de la figura) y ya vemos que se nos va muy desviada del ombligo Por lo tanto el eje horizontal de referencia de la Pisana, es el que pasa por el ombligo y Tortosa del Ebro, y la lÃnea Norte-Sur de referencia es el meridiano perpendicular a dicha lÃnea y que he dibujado con una lÃnea también blanca.
Si ahora nos vamos hacia la costa oeste del mar, vemos que el punto marcado como Levante no coincide con la posición real de "Tortosa del Ultramar" pero no es nada extraño; en primer lugar he calculado la posición del ombligo por medidas sobre la carta, y en segundo lugar el cartógrafo autor del documento y yo utilizamos distintas tecnologÃas de dibujo con muy distintas precisiones, tanto en la técnica somo en las coordenadas de posición de los puntos. Hubiese sido asombroso una coincidencia absoluta de ese punto. Para todo el trabajo que resta consideraré que la posición "real" de Tortosa de Ultramar" es la del punto de "Levante" marcado en rojo.
La cuestión es la siguiente ¿por qué el cartógrafo se ha llevado la posición de "Tortosa de Ultramar" a ese punto tan extraño en la carta?
La figura de la izquierda nos explica la situación, desde el ombligo a la posición de "Tortosa de Ultramar" en la carta hay un eje distinto que sobre la realidad ¿por qué? porque el cartógrafo utiliza dos proyecciones cónicas de Alfragano y el resultado es una proyección del tipo 2 de la figura 4 del apartado anterior; es necesario girar una proyección respecto a otra para que todo quede alineado. No es capricho cartográfico el hecho de utilizar dos proyecciones, porque sobre la carta las lÃneas Norte-Sur son paralelas y perpendiculares a la lÃnea de referencia Este-Oeste; pero la realidad no es tal, la realidad es que contra más nos alejemos del centro de proyección menos paralelas dejan de ser las lÃneas Norte-Sur por lo que conviene ir corrigiendo las deformaciones reales utilizando proyecciones sucesivas. En este caso el cartógrafo ha utilizado como centros de proyección la intersección de la lÃnea de referencia con el meridiano más al occidente de la carta, y el ombligo del portulano. Las proyecciones que tienen el centro en esos puntos y un semiángulo de validez de 33 ⅓º nada tienen que ver con los cÃrculos de vientos dibujados en la carta, dichos cÃrculos únicamente nos marcan la situación del ombligo que es el segundo centro de proyección.
Ahora ya conocemos la trampa que hizo el cartógrafo para dibujar la carta; partió de un mapa ya hecho, situó "Tortosa de Ultramar" mas al norte, justo los grados necesarios para que al cortar y girar el mapa quedase en su sitio, y redibujó el mapa con esa zona girada, llenado las zonas que yo he dejado vacÃas. Resulta evidente que la función de la carta es la de navegar entre ambas Tortosas, y que tanto los cÃrculos de viento, como las rejillas que parecen medidas alrededor de ellos, son pura parafernalia para mejor engañar a los incautos, porque además cartógrafos o marinos que conociesen el Reino de Ultramar sabÃan que la posición en la Pisana de "Tortosa de Ultramar" era errónea y el aspecto del mapa que parece a medio concluir hace que nadie pudiera interesarse por lo que allà está reflejado. La carta pisana es un mapa secreto para navegar, única y exclusivamente, desde Tortosa del Ebro a Tortosa de Ultramar.
Falta por demostrar numéricamente que efectivamente eso es verdad y que se cumple la Ley islámica de la equivalencia de las leguas. Lo que si es muy sencillo deducir es como se construyó la carta; se parte de la distancia entre ambas Tortosas y se calcula la lÃnea que las une; calculada esa lÃnea se calcula el meridiano que es perpendicular a ella y se dibuja, se dibuja el ombligo como punto medio de la distancia entre el origen de referencia (intersección del meridiano con la lÃnea Este-Oeste que une ambos puertos) y Tortosa de Ultramar, y a partir de ahà todo lo demás, como ya he explicado, son adornos parafernálicos.
Con las fotos que poseo donde consta una escala al lado de pergamino (primera figura del apartado anterior) para poder comparar las distancias que se midan, voy a expresar las unidades de la época con la cual fue dibujada la carta (dedos de Al-Mamun) y las leguas de Alfragano que existen entre los puertos de partida y llegada, para poder compararlas con las leguas de 4 millas romanas que nos proporciona la medida directa sobre la superficie terrestre. Ya he dejado claro que la Pisana es un portulano muy singular, y que la mayorÃa de dibujos geométricos que allà constan no pasan de ser puro adorno para encubrir la verdadera utilización de la carta; sin embargo no debemos pensar que esos adornos se han hecho de forma estúpida y sin ningún sentido, de ahà que sea conveniente revisar los escrito por el profesor Laguarda TrÃas:
Ya sabemos el por qué el cartógrafo utilizó el reticulado exterior de los cÃrculos, para que todos aquellos que viesen la carta pensasen que estaba basada en las cartas tipo Marino de Tiro que ya eran ampliamente conocidas por el Mediterráneo y llegasen a la misma conclusión que Laguarda, que la escala era la misma que la de aquellos mapas: 500 estadios por grado, es decir 50 millas náuticas por grado y 50 millas romanas en las escalas de los mapas. Lo que no podemos saber es si los cÃrculos de viento ya existÃan en otras cartas de la época o directamente fueron una creación del autor de la Pisana, si es asà podemos justificar su creación en base a lo explicado por Laguarda sobre la orientación de los lados de los cuadrado siguiendo los puntos cardinales. Las proyecciones de la Pisana no utilizan los puntos cardinales a los que nosotros estamos acostumbrados, Norte y Sur en el eje de rotación de la Tierra y Este y Oeste en el infinito donde se unen los planos que forman los paralelos de nuestro sistema de coordenadas, en la Pisana el Este y el Oeste son dos puntos situados sobre el Ecuador, y eso podrÃa ser un indicativo de que en esas zonas (y en otras más que no resultaba conveniente indicar del todo, para mantener oculto el significado de la carta) ya no se utilizaban los puntos cardinales al estilo de Marino de Tiro. Es una especulación pero hasta que no tengamos un portulano anterior a la Pisana y podamos estudiar la función de esos cÃrculos de vientos es una idea válida.
Al estar condicionado por la cuadrÃcula de Marino de Tiro, Laguarda lee asà las escalas:
Parece claro que la necesidad de utilizar el valor de 50 millas ha condicionado la lectura de las escalas gráficas de la carta; como se puede ver en la imagen de la derecha, la lÃnea de la escala está dividida inicialmente en dos zonas iguales, una de ellas a su vez dividida en otras dos del mismo tamaño, y la zona restante dividida en 20 partes, según los tratadistas cada una de esas zonas vale sobre la superficie terrestre 50 millas romanas, pero la zona de veinte divisiones nos indica claramente que esa mitad corresponde a un grado cuyo valor es de 20 leguas de 3 millas náuticas, asà que los tratadistas han tomado para esta carta un valor de 100 millas romanas (80 millas náuticas) para el valor del grado sobre la superficie terrestre, y al utilizar una unidad de medida de mayor longitud las medidas sobre la carta son en valor numérico menores que las reales en la proporción de 6/8 es decir 3/4.
Gracias a que la imagen en alta definición trae consigo una escala de medida real (asà como una escala cromática) podemos ajustar la escala de nuestro programa CAD para asà leer sobre la carta las medidas que medirÃamos con una regla graduada en cm. sobre el original de la propia carta. El valor básico lo muestro en la imagen de la izquierda, los diez centÃmetros reales, mi programa los lee como 4,79 cm, a partir de ahà lo que hay que hacer es ajustar la escala del programa para que ese valor sea de 10 cm, y el resultado serán las medidas sobre la propia carta.
Lo primero que observamos es la deformación del cÃrculo de vientos más occidental (el único completamente visible) que tiene 40 cm (y no es casualidad) en su eje horizontal mientras que el vertical marca 38,61 cm, la reducción es del orden del 3,5%. En la escala hay una cota que abarca las tres cuartas partes de la longitud del total de la escala cuyo valor es de 4,08 cm, es decir 2 dedos de Al-Mamun, lo que nos va a permitir medir la carta con las unidades en las que fue dibujada: dedos de Al-Mamum lo que claramente indica su origen islámico.
He ajustado el valor de la escala del programa para el número que los metrólogos proporcionan como el del dedo de Al-Mamun, aunque es una inconsistencia puesto que no se tenÃa en esa época la precisión necesaria para medir en centésimas de milÃmetro, ese es un valor adoptado estadÃsticamente de multitud de medidas, pero sin sentido real; no obstante lo he utilizado, con lo cual vemos que el valor de un grado sobre la carta (56 millas y â…”) es el de â…” de dedo, y aún asà no tenÃan instrumentos capaces de dividir esa distancia en 20 partes iguales, de ahà que las subdivisiones estén trazadas a mano. Lógicamente el diámetro del cÃrculo de vientos debÃa ser de 20 dedos (marca 19,61 lo que nos indica que en sentido horizontal la carta también ha encogido casi un 2%, mientras que la retracción en términos absolutos del eje vertical (el cálculo anterior era en relación al eje horizontal) es del orden del 5,8%
Una vez ya tenemos los valores en las unidades con las que fue dibujada la carta, vamos a trasformar esas unidades en las que a nosotros nos interesa para poder compararlas con las que actualmente medimos sobre la superficie terrestre; en primer lugar utilizaremos los grados y hay que tener en cuenta que esos grados no son el ángulo que forman los meridianos que pasan por los dos puntos de medición, si no la longitud de la ortodrómica que pasa por ambos puntos.
La figura de la derecha nos muestra los valores redondeados, y para la distancia entre ambas Tortosa obtenemos un valor de 26 ¾º (26,73º) un valor al que si añadimos la distancia entre Tortosa del Ebro y el primer meridiano nos da 29 1/2º como la distancia entre el Poniente y el Levante de la Carta, lo que significa que hubiese bastado con una única proyección cónica de Alfragano (semiángulo del cono aproximadamente 33 ⅓º) para realizar la carta, y pone en evidencia la intención del cartógrafo de evitar que fuese conocida la utilización que tendrÃa esa carta.
Ahora, para verificar mi teorÃa nos interesa tener esos valores en leguas de a 3 millas de Alfragano, es decir tomar como unidad una de las veinte subdivisiones en las que está divida el tamaño de la escala correspondiente al grado.
El resultado lo tenemos en la figura de la izquierda, en la carta, la distancia desde Tortosa del Ebro a Tortosa de Ultramar, por una ortodrómica que las una, vale 541 leguas de 3 millas de Alfragano.
Cuando sobre Google Earth medimos esa distancia (en millas náuticas) obtenemos un valor de 529 leguas de 4 millas romanas (por supuesto esa distancia es calculable mediante el triángulo esférico que une ambas ciudades con el polo norte). Evidentemente no se puede obtener exactamente el mismo resultado, por un lado por la diferencia de coordenadas de ambas ciudades utilizadas por el cartógrafo y las mÃas (Google Earth) y ya he mostrado las deformaciones de la carta, no obstante la diferencia es de 12 leguas es decir del 2,2% la desviación es menor que las propias deformaciones sufridas por la carta, asà que se puede considerar que la Ley islámica de la equivalencia de las leguas se cumple totalmente en la carta Pisana.
Como yo he estudiado únicamente tres portulanos, tengo que recurrir nuevamente a Laguarda:
Lo extraño es que Laguarda no haya reconocido ese módulo en la carta Pisana, su obsesión por relacionar los portulanos con el mapa de Marino de Tiro le hizo ver las dos partes de la escala del mapa como cuatro, y asignar a cada una de ellas el valor de las 50 millas del módulo del alejandrino. Por otro lado, los tratadistas han tomado el valor del módulo de 56 â…” que se deduce de las cartas como valor sobre la superficie terrestre, cuando es una valor que está claramente sobre la propia carta. Todos esos portulanos que menciona Laguarda cumplen la Ley Islámica de la equivalencia de las leguas si se sabe encontrar en ellos la lÃnea básica de referencia Este-Oeste ya que es sobre esa lÃnea donde se han de contar las leguas de 3 millas de Alfragano.
En consecuencia:
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