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15-02-2014  (4582 lectures) Categoria: Articles

Tapissos: La Conquista de Tunez -es

Serie La Conquista de Túnez

La serie La Conquista de Túnez, compuesta por doce monumentales paños, fue el mayor encargo de tapicería realizado por los Habsburgo. Los enormes tapices que componían la serie glorificaban las victorias de Carlos V sobre los moros y turcos acontecidas en La Goleta y Túnez en 1535. Además, estas vistas panorámicas tejidas conmemoraban la fama de la dinastía de los Habsburgo y celebraban la figura del emperador como defensor del Catolicismo. La serie fue muy usada por los reyes de España y Felipe V, en 1731, ordenó a la Real Fábrica de Tapices de Santa Bárbara de Madrid que se tejiese una réplica menos rica, en seda y lana, para conservar los tapices originales de Carlos V, que contaban con hilos de oro y plata. Esta réplica de la serie se terminó de tejer en 1744 y actualmente se exhiben dos paños en el Palacio Real de Madrid.

Los tapices de La Conquista de Túnez se convirtieron en una insignia de la dinastía de los Habsburgo. Estos paños se exhibieron como una constatación visual de la supremacía de Casa de Austria en las fiestas de la corte, en ceremonias religiosas y en los eventos de estado. Los tapices fueron colgados con gran orgullo en las principales salas de recepción del palacio de Bruselas y, posteriormente, en el Alcázar de Madrid durante el reinado de Carlos V, la regencia de su hermana María de Hungría y la monarquía de Felipe II.

 

 

En 1546, Carlos V encargó la serie La Conquista de Túnez en honor de la recuperación de Túnez, en julio de 1535, que estaba en manos de los turcos. Esta campaña militar duró aproximadamente dos meses y el emperador, con gran ostentación, se hizo acompañar por el pintor Jan Cornelisz Vermeyen. Este artista flamenco debía realizar bocetos de la gente, hechos y paisajes y dejar así testimonios para la posteridad mediante un sinfín de dibujos y grabados de las victorias de Carlos V en el norte de Ãfrica. El emperador invitó, además de a Vermeyen, a un grupo de poetas e historiadores que glorificaron esta campaña imperial a través de relatos en latín, francés y español. Uno de los grabados de Vermeyen, titulado El Asedio de Túnez que realizó cuando volvió a Europa en 1536, fue profusamente difundido por el artista.

 

La historia de estos tapices está muy bien documentada. María de Hungría, la hermana del Carlos V, contrató a Jan Cornelisz Vermeyen para diseñar los enormes cartones en papel once años después de la campaña norteafricana del emperador, concretamente el 15 de junio de 1546. Este fue el primer proyecto de tapices de Vermeyen. Una serie de dibujos preliminares, de pequeño formato y ahora perdidos, fueron mostrados a Carlos V y su hermana para su aprobación y sirvieron como modelos para la realización de los cartones.

 

Vermeyen estaba obligado a ejecutar también los dibujos a gran escala con las mismas dimensiones que los tapices, según un detallado contrato que ha sobrevivido hasta nuestros días. Estos dibujos debían ser claros y fáciles de reproducir con vivos y brillantes colores. Vermeyen dispuso de 18 meses para completar estos cartones y se le prohibió coger otro encargo en ese tiempo. El pintor flamenco tuvo dificultades para llevar a cabo esta tarea y, finalmente, estos enormes cartones fueron realizados en colaboración con Pieter Coecke van Aelst. Éste era alumno del pintor flamenco Barend van Orley y un experimentado diseñador de tapices, muy querido por la corte de los Habsburgo en Bruselas. La intervención de Coecke van Aelst puede apreciarse en el diseño de las grandes figuras que aparecen en primer plano en muchos de los paños que hasta nuestros días han sobrevivido. Diez de los doce cartones que se realizaron para esta serie de tapices se conservan hoy en el Kunsthistorisches Museum de Viena; el primero y el noveno de la serie han desaparecido.

 

Los tapices fueron tejidos en el taller de Willem de Pannemaker, un destacado tejedor de Bruselas, siguiendo las precisas indicaciones dadas por Carlos V y María de Hungría. Sabemos que en estos tapices se emplearon únicamente los mejores materiales gracias a un detallado contrato firmado el 20 de febrero de 1548: seda de Granada (de 63 colores diferentes), la lana más fina e hilos de estambre de Lyon para el urdimbre. En su realización no se escatimaron calidad ni dinero y el mismo Carlos V proporcionó el oro y la plata necesarios para crear los ricos hilos metálicos que se usaron profusamente en la serie: siete tipos de hilo de oro y tres de hilo de plata.

 

El emperador demostró un profundo y personal interés en este proyecto y, en 1548, ordenó a Pannemaker que emplease a siete tejedores para trabajar en cada tapiz desde la mañana a la noche y así agilizar la producción de los tapices. Pannemaker comenzó a trabajar en 1549 y la serie se completó en abril de 1554. En total, se emplearon ocho años para realizar los cartones, componer las inscripciones y completar su tejedura. El proyecto completo, incluyendo los cartones, el tejido y los materiales, costó 26.000 libras a los Habsburgo, cantidad que actualmente equivaldría a varios millones de dólares.

 

Los doce paños de La Conquista de Túnez colgados en conjunto, de lado a lado, miden en total unos 600 metros cuadrados. De la serie original tejida por Pannemaker han sobrevivido diez paños: “El Mapaâ€, “La Revista de las tropas en Barcelonaâ€, “Desembarco en La Goletaâ€, “Ataque a la Goletaâ€, “Combate naval ante la Goletaâ€, “Salida del enemigo de la Goletaâ€, “Toma de la Goletaâ€, “La Toma de Túnezâ€, “Saqueo de Túnezâ€, y “Reembarque del Ejército en la Goletaâ€. El paño octavo (“La Batalla en los Pozos de Túnezâ€) y el undécimo (“El Enemigo acampado en Radaâ€) se perdieron en el siglo XVIII.

 

La gran fama de los tapices de La Conquista de Túnez no puede ser subestimada. Se solicitaron, casi inmediatamente, réplicas de los paños de la serie a Pannemaker en Bruselas. Por una parte, la hermana del emperador y gobernadora de los Países Bajos, María de Hungría, ordenó una réplica de los doce paños de la serie, aunque en un tamaño menor. Esta réplica de María de Hungría fue heredada, tras su muerte en 1558, por su sobrina Juana de Austria, la princesa viuda de Portugal. La princesa exhibió los tapices todos los años, durante la fiesta del Corpus Christi, en el claustro principal de las Descalzas Reales de Madrid hasta su muerte en 1573, cuando la serie pasó a formar parte del guardarropa de su hermano Felipe II. Por otra parte, la hermana mayor del emperador Carlos V y reina viuda de Portugal y Francia, Leonor de Austria, encargó la réplica de diez paños que regaló a su hija la princesa María de Portugal, y que a su vez fueron legados a su sobrino el rey Sebastián de Portugal. Al igual que en la corte española, la serie lisboeta de La Conquista de Túnez fue exhibida en los eventos y ceremonias de Estado tales como la reunión de las Cortes en Tomar en 1581, presididas por Felipe II cuando se convirtió en soberano de Portugal, convirtiéndose en el orgullo de la colección de tapices portuguesa hasta que se perdieron en el terremoto de 1755.

 

Referencias

P. Junquera de Vega y C. Herrero Carretero, Catalogo de Tapices del Patrimonio Nacional. Volumen I: Siglo XVI, Madrid, 1986, pp. 73-92.

H. J. Horn, Jan Cornelisz Vermeyen. Painter of Charles V and his Conquest of Tunis, Doornspijk, 2 vols., 1989.

A. Domínguez Ortiz, C. Herrero Carretero y J. A. Godoy, Resplendence of the Spanish Monarchy. Renaissance Tapestries and Armor from the Patrimonio Nacional, Nueva York, 1991.

W. Seipel, ed., Der Kriegszug Kaiser Karls V. gegen Tunis. Kartons und Tapisserien, Viena, 2000.

T. P. Campbell, Tapestry in the Renaissance. Art and Magnificence, Nueva York, 2002, pp. 385-391 y cat. 50, pp. 428-434.

A. Jordan, “The Manufacture and Marketing of Flemish Tapestries in Mid-Sixteenth Century Brussels. Two Habsburg Patrons and Collectors: Mary of Hungary and Catherine of Austriaâ€, en Ao Modo de Flandes. Disponibilidade, Inovação e Mercado de Arte (1415-1580), B. García García y F. Grilo, eds., Lisboa, 2005, pp. 91- 113.