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02-03-2022  (717 ) Categoria: Articles

MARK SHUTTELWORTH

VICENT  MONTALT Y  MARK  SHUTTELWORTH  (EDS.)
2012 TRANSLATION AND  KNOW LEDGE  MEDIATION IN
MEDICAL  AND  HEALTH  SETTINGS. En  LINGÜÍSTICA
ANTVERPIENSIA. NEW  SERIES THEMES IN
TRANSLATION STUDIES, VOL. 11, 299 PÁGINAS. ISBN
978 90 571 8239 6.
Reviewed by Almudena Nevado Llopis
University of San Jorge, Spain
anevado@usj.es
Como su título indica, es te número monográfico se c entra en la traducción y en la mediación
del conocimiento en el ámbito médico y sanitario, las cuales se analizan desde múltiples
perspectivas y empleando diversas metodologías. Consta de un artículo introductorio,
elaborado por los propios editores, doce artículos que abordan diferentes cuestiones
relacionadas con el tema central, y un apartado de reseñas bibliográficas, del que no nos
ocuparemos, al tratar cuestiones relativas a otros ámbitos de la traducción.
En la introducción, Vicent Montalt y Mark Shuttelworth, resaltan el hecho de que la
comunicación en el ámbito médico y sanitario tiene lugar en muy variados contextos, en los
cuales los participantes presentan distintas lenguas y culturas (entendida la cultura no solo
desde el punto de vista nacional o étnico, sino también por lo que respecta a la profesión y el
grado de conocimiento o especialización), y en los que coexisten diversos tipos de interacción
social y discursos. Así, partiendo de las tres posibles formas de conocimiento establecidas por
Spinoza en su obra Ética, este volumen se centra en el conocimiento transmitido a través de
símbolos (como palabras, textos, discursos y otras representaciones), que constituyen formas
mediadas de conocimiento. Tal y como explican los editores, el conocimiento científico, en
general, y el médico, en particular, son construidos por los seres humanos, es decir, el
lenguaje médico es la expresión semiótica del conocimiento y está determinado por factores
cognitivos y socio-culturales. En este contexto, por tanto, los signos verbales son el
instrumento mediante el cual se define, se categoriza y se crea el conocimiento científico.
En este sentido, los autores primarios de dicho conocimiento pueden considerarse como
los primeros traductores, los cuales, en un contexto monolingüe, conceptualizan y
reconceptualizan entidades recién descubiertas o asignan atributos a entidades ya definidas
siguiendo un proceso de “terminologización”: “a process of semantic and lexico-grammatical
distillation through which a given concept specializes and becomes a differenciated term”
(16). Asimismo, Montalt y Shuttelworth señalan el hecho de que, hasta hace bien poco, la
comunidad científica rechazaba la popularización del saber por considerar que esta constituía
una forma de simplificación y adulteración, como si la ciencia o, en este caso, la medicina
no pudiera ser accesible para los no especialistas. Por consiguiente, en base a jerarquías que
separaban netamente a la comunidad especialista de la no especialista, la mediación
(intralingüística e intracultural o interlingüística e intercultural) del conocimiento científico se
veía como una distorsión del conocimiento puro, y el lenguaje y el registro altamente
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especializados situaban en una posición de poder a los expertos, por ser los únicos que
generaban conocimiento dentro de un contexto altamente monológico.
Las contribuciones de este número monográfico, sin embargo, demuestran que la visión
estática y monológica de la comunicación en el ámbito médico y sanitario está obsoleta. De
hecho, está surgiendo un enfoque dialógico que refleja la complejidad y la variedad de
formas y procesos presentes en los múltiples contextos comunicativos en ámbito médico y
sanitario, en los que el paciente comienza a ocupar una posición central.
Así, en este volumen, al abordar la mediación del conocimiento, los autores se refieren,
como he señalado anteriormente, a dos formas de mediación. Por un lado, la mediación
interlingüística e intercultural, que parte de la atribución de nuevos roles a los traductores e
intérpretes, los cuales dejan de ser considerados como meros transmisores pasivos y neutros
de mensajes lingüísticos de una lengua a otra, y se pasa a resaltar su intervención y
participación en la construcción del conocimiento y en la atribución de significados a
determinados símbolos. Por otro lado, la mediación intralingüística e intracultural, es decir,
aquella que tiene lugar entre distintas comunidades desde el punto de vista socio-profesional.
En este contexto, los mediadores, tal y como afirman Montalt y Shuttelworth, “rather than
culturally `domesticating´ the source text, recontextualize it to make it accesible and
counterbalance the experts’ monologue” (15. Comillas del original).
En consecuencia, los editores relacionan estas formas de mediación con el concepto de
traducción heterofuncional de Nord (1997), en la que las funciones del original no pueden
conservarse completamente o siguiendo las mismas jerarquías, por motivos culturales o de
distancia temporal. De este modo, se produce una recontextualización, un movimiento hacia
un contexto de llegada con participantes, propósitos y expectativas distintos, y se llevan a
cabo una serie de transposiciones (shifts) que, como se demuestra en este volumen, pueden
realizarse en modo escrito, oral o visual, y en diferentes niveles (desde elementos léxicos
hasta unidades mayores, como el género), y pueden afectar tanto a las referencias personales
como a unidades terminológicas, estructuras sintácticas, convenciones de género y prácticas
discursivas.
De todo ello derivan las cuestiones que se abordan en los artículos del número
monográfico: ¿qué le sucede al conocimiento, al lenguaje y a la comunicación cuando dicho
conocimiento se reconstruye y fluye en contextos intra e interlingüísticos? ¿Qué rol se puede
atribuir a los traductores e intérpretes en la mediación del conocimiento? ¿Cómo se media el
conocimiento entre diferentes comunidades étnicas y nacionales o entre diferentes
comunidades profesionales y no profesionales? ¿Cómo entablan (o no) el diálogo las diversas
comunidades de saber? ¿Cómo se forman y remodelan los conceptos y los argumentos en los
géneros varios que forman parte del complejo continuum comunicativo propio del ámbito
dico y sanitario? ¿Y cómo varían el lenguaje y las interacciones sociales en los distintos
géneros?
En concreto, los doce artículos siguen el hilo conductor de la traducción y la mediación
del conocimiento en el ámbito médico y sanitario, pero lo abordan desde múltiples
perspectivas y enfoques, y las aportaciones se basan en el empleo de variadas técnicas
metodológicas (desde el análisis de corpus hasta la observación, las entrevistas y los grupos
de discusión). Además, presentan diferentes contextos nacionales y/o culturales y distintas
combinaciones lingüísticas, y se centran en diversos géneros, tanto orales como escritos.
Si bien la estructuración de los artículos podría haber seguido otro orden, estos se
encuentran distribuidos en tres bloques, siguiendo las tres metafunciones del lenguaje
propuestas por Halliday (1998). Así, las seis primeras contribuciones se corresponden con la
función interpersonal y, por consiguiente, se centran en los roles, comportamientos y modos
de actuar de los participantes en el proceso comunicativo. En el texto que abre el primer
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bloque, “Translation of patient information leaflets: Trained translators and pharmacists-cum-
translators  a comparison”, de Matilde Nisbeth y Karen Korning, se realiza un análisis
contrastivo de folletos informativos para pacientes traducidos al danés por traductores
profesionales, por una parte, y por farmacéuticos, por otra, y se demuestra que los textos meta
elaborados por estos últimos, los cuales carecen de los necesarios conocimientos lingüísticos
y traductológicos, presentan un mayor número de términos de raíz greco-latina y de
nominalizaciones con respecto a los texto meta de los traductores profesionales. Ello conlleva
un menor grado de accesibilidad y comprensión para los no especialistas en la materia
médico-sanitaria, impidiendo, en última instancia, que los pacientes a los que estos folletos
van dirigidos cuenten con el debido empoderamiento que les permitiría una participación
activa en los asuntos relacionados con su salud. El segundo artículo, “Reading minds: A
study of deictic shifts in translated written interaction between mental-health professionals
and their readers”, de Raquel de Pedro, se analiza la interacción dialógica que tiene lugar
entre los escritores y los lectores de folletos médicos, tanto antes como después de que la
información contenida en los mismos sea traducida, mediante el estudio de un corpus
bilingüe (inglés-español) de folletos publicados en el sitio web del Royal College of
Psychiatrists (Reino Unido). Su objetivo consiste en demostrar que los patrones
comunicativos de interacción difieren en las distintas lenguas y culturas y que, en
consecuencia, los traductores de los mencionados folletos suelen realizar una serie de
transposiciones con respecto al texto original elaborado por expertos en la materia,
asumiendo por tanto un rol de intermediarios en la mediación del conocimiento. En el tercer
artículo, “On mediating agents’ moves and how they might affect patient-centredness in
mediated medical consultations”, Demi K. Krystallidou emplea un corpus de grabaciones en
vídeo de consultas mediadas en un hospital belga para mostrar cómo la presencia de una
tercera persona (“the mediating agent”) influye en las dinámicas de interacción entre el
profesional sanitario y el paciente, y puede llegar a tener un impacto negativo en su relación,
en detrimento del modelo “patient-centred” que predomina en los actuales servicios
sanitarios. Seguidamente, en “The (de) construction of culture in interpreter-mediated
medical discourse”, Tatjana R. Felberg y Hanne Skaaden sostienen que a menudo los
profesionales sanitarios atribuyen los problemas que surgen en su comunicación con los
pacientes pertenecientes a minorías lingüísticas a las diferencias culturales que estos
presentan, cuando en realidad a menudo los problemas surgen por la falta de concentración o
de conocimientos lingüísticos que presentan los intérpretes ad hoc a los que se recurre. Todo
ello contribuye, según estas autoras, a la Otredad de dichos pacientes, pues los excluye por
considerarlos culturalmente diferentes, sin tener en cuenta que la cultura es un concepto muy
complejo y que cada individuo tiene acceso a múltiples culturas, en base a aspectos como la
generación, el género o la profesión. Por otra parte, Sara Pitarello, en “Medical terminology
circulation and interactional organisation in interpreter-mediated medical encounters,
persigue el objetivo de ilustrar, mediante el análisis de dos interacciones mediadas, las
estrategias empleadas por los intérpretes que trabajan en el ámbito sanitario a la hora de
traducir la terminología médica y, por otro, mostrar cómo dichas estrategias pueden servir
para promover o limitar la participación activa de los interlocutores. Además, queda patente
cómo la contribución del intérprete en la organización de los turnos de palabra y de los
intercambios comunicativos puede contribuir al éxito o al fracaso de la comunicación. En el
artículo que cierra este bloque, “The role of communication and knowledge management as
evidenced by HCP vaccination programs in Netherlands, Germany and Italy: Possible
suggestions for medical translations”, Dolores Ross y Marella Magris analizan los textos
empleados para difundir los programas de vacunación contra el virus del papiloma humano
en tres países, concluyendo que la información en el ámbito médico y sanitario se transmite
de acuerdo con una serie de convenciones de género que pueden ser tanto internacionalmente
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homogéneas en cuanto a contenido y estructura, como específicas de una lengua y cultura, lo
cual conlleva una serie de implicaciones para los traductores médicos, que pueden realizar
una serie de cambios con respecto al texto original para adaptar el contenido a la lengua y
cultura de los destinatarios del texto traducido.
En las tres contribuciones que forman el segundo bloque se aborda la función textual
del lenguaje, y se estudia la influencia ejercida por el contexto, el discurso y el género en la
mediación del conocimiento. En concreto, en el artículo de Sonya Pritzker, “Translating the
essence of healing: Inscription, interdiscursivity, and intertextuality in U.S. translations of
Chinese Medicine”, se estudian las traducciones del término jing del chino al inglés en
manuales de medicina china con el fin de determinar de qué manera se media el
conocimiento entre culturas sanitarias distantes. Asimismo, desde la perspectiva de la
traducción como un diálogo entre dos partes, introduce el concepto de “living translation”,
traducción considerada como “a conversation in motion” en la que se producen una serie de
cambios relacionados con la intertextualidad y la interdiscursividad que van más allá de la
mera codificación, decodificación y recodificación lingüísticas. Los dos artículos siguientes
se centran en la traducción intralingüística entre textos dirigidos a expertos en la materia y
textos para no especialistas. En particular, en “An example of genre shift in the medicinal
product information genre system, de Pilar Ezpeleta, se persigue un doble objetivo: por una
parte, exponer los puntos en común y las interrelaciones presentes en el sistema de género
constituido por los géneros de información sobre el producto del sector farmacéutico, sin
pasar por alto las restricciones, las convenciones de género y las secuencias impuestas por los
metagéneros; por otra parte, describir el proceso de transposición que tiene lugar en la
traducción intralingüística entre el resumen de las características del producto farmacéutico y
el prospecto. Concluye este bloque con el artículo “From the original article to the summary
for patients: Reformulation procedures in intralingual translation, de Ana Muñoz, en el que
se analiza un corpus textual para describir los procedimientos empleados para la traducción
intralingüística o la reformulación que tiene lugar al trasladar el contenido de los artículos
científicos, cuyos destinatarios son expertos en la materia, a los resúmenes de los mismos
destinados a lectores sin conocimientos especializados. La autora demuestra que, a pesar de
que ambos textos tratan el mismo tema, el hecho de que presenten un propósito y unos
lectores distintos provoca una serie de cambios que afectan a la macroestructura y a la
microestructura.
Por último, los tres artículos que conforman el tercer bloque se relacionan con la
denominada función ideacional y observan de qué manera se presenta la información fáctica
en los procesos de comunicación, y cómo se forman y remodelan los conceptos en los
intercambios comunicativos que tienen lugar en diferentes puntos del tiempo y el espacio. En
“Interpreting and knowledge mediation in the healthcare setting: What do we really mean by
`accuracy´?”, George Major y Jemina Napier estudian diez interacciones comunicativas
médico-paciente simuladas en las que participan intérpretes profesionales de la lengua de
signos australiana, con el fin de redefinir el concepto de precisión (accuracy) en la práctica de
la interpretación en ámbito sanitario desde un punto de vista dinámico y considerando la
influencia que ejerce el contexto. Basándose en las estrategias discursivas (renditions)
propuestas por Wadensjö (1998), señalan que los intérpretes, en ocasiones, recurren a
estrategias reducidas o extendidas con respecto al discurso original, sin que ello vaya en
detrimento de la precisión de sus reformulaciones o del éxito del intercambio comunicativo.
En el siguiente artículo, “Les modes de conceptualisation des unités d’heredité au XIXe
siècle: Spencer, Haeckel et Elsberg”, Sylvie Vandaele y Marie-Claude Béland presentan un
análisis diacrónico del concepto de unidad hereditaria, el cual ha ido evolucionando desde su
descubrimiento, y muestran, por una parte, cómo lo han designado, descrito y
conceptualizado tres autores de finales del siglo XIX y, por otra, de qué manera han
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perdurado expresiones metafóricas relativas a este concepto en inglés y francés. En el último
artículo de este volumen, “Access to health in an intercultural setting: the role of corpora and
images in grasping term variation”, Maribel Tercedor y Clara I. López emplean un corpus de
textos del ámbito de la medicina con diferentes grados de especialidad y consultan diversas
bases de datos terminológicas para examinar la influencia de factores como el contexto, el
conocimiento compartido por los interlocutores y la relación social entre los mismos en las
variaciones terminológicas que estos presentan por lo que respecta sea al registro sea a las
variantes dialectales, aspecto que los traductores e intérpretes deberían tener también en
cuenta al optar por determinadas estrategias que les permitan adaptar el texto meta a unos
destinatarios que pertenecen a un contexto geográfico, social y cultural concreto. Asimismo,
las autoras resaltan la necesidad de recurrir a la localización cuando se emplean imágenes
para facilitar la comunicación entre los profesionales sanitarios y los no especialistas en
medicina.
Si bien la gran diversidad de temas tratados puede provocar en el lector cierta confusión
y hacer que este pierda de vista en algunos momentos el hilo conductor que aporta coherencia
interna al volumen, una de las mayores contribuciones del mismo radica precisamente en
haber ilustrado la gran variedad de escenarios e interlocutores que se comunican y participan
en el proceso de traducción y mediación del conocimiento en el ámbito médico y sanitario.
Ello queda demostrado mediante el análisis de situaciones comunicativas en las que
intervienen tanto expertos como legos en la materia, así como distintas comunidades desde el
punto de vista lingüístico y cultural. En suma, este monográfico aporta una novedosa visión
de la traducción médica, considerándola como un proceso de reformulación,
reconceptualización, diálogo y, por supuesto, mediación, término que, como he indicado
previamente, adopta diferentes significados en las contribuciones de la obra.
Tal y como afirman los propios autores del volumen reseñado, todavía se deben llevar a cabo
ulteriores investigaciones, así como alcanzar consensos en relación con los diversos temas
tratados. Valga señalar, pues, que este número monográfico es un excelente punto de partida
para el conocimiento y la reflexión en torno a la comunicación, la traducción y la mediación
del conocimiento en el ámbito médico y sanitario, por lo que su lectura resulta recomendable
no solo para los investigadores, docentes y estudiantes de traducción e interpretación, sea
general sea médica, sino también para los propios responsables de la traducción (intra e
interlingüística) y la mediación del conocimiento en este ámbito, tanto los traductores e
intérpretes como los investigadores y profesionales sanitarios.